miércoles, 15 de julio de 2015

Cómo evitar una reparación cajas de cambio


Tratándose de objetos, nuestros coches algún día llegaran a romperse o a dañarse. Si somos afortunados, podría tratarse de una avería menor, pero en caso contrario nos enfrentamos a una posible reparación complicada y cara como la reparación cajas de cambio.
Este tipo de averías no es muy habitual, aunque no se trate de una operación muy complicada. Antes de todo, hay que hacer una pequeña distinción: no todas las cajas de cambios son iguales, sino que existe una considerable variedad de cajas, entre las que destacan dos categorías: automáticas y manuales.
Las cajas de cambios manuales se cambian y se reparan más fácilmente que las automáticas, aunque es posible intervenir en ambos casos. De todas formas, con un mantenimiento regular se puede prevenir el daño para evitar una reparación cajas de cambio.
Vamos a ver paso a paso lo que hay que hacer para prevenir daños en la caja:
·         Ponerle aceite regularmente.
Para no tener que hacer una reparación cajas de cambio, hay que utilizar un aceite específico, que nos asegure un buen funcionamiento de los engranajes de la caja. Pero ¡atención¡ Hay que tener cuidado porque si se utiliza un tipo de aceite equivocado, esto puede suponer resultados fatales. Por esta razón sería buena idea preguntarle siempre al fabricante.

·         Dejar el cambio en punto muerto.
Que se trate de un cambio automático o manual, lo ideal sería dejar siempre el cambio en punto muerto, cuando el coche está en parada. Así evitamos que el coche incurra en un esfuerzo mayor que con el paso del tiempo podría llevar inevitablemente a hacer una reparación cajas de cambio.

·         No conducir con furor.
Esto se refiere más a las cajas de cambio manual. Un consejo sería no cambiar las marchas con demasiada vehemencia y evitar los rasgones.

·         Hacer revisiones periódicas.

Llevar a menudo el coche a hacer una revisión es una manera muy inteligente de evitar que la caja llegue a dañarse sin que no demos cuenta. Intervenir en pequeños daños es más rentable (económicamente y en cantidad de trabajo) que tener que hacer una reparación cajas de cambio completa.